La inducción miofascial es una técnica terapéutica manual que se aplica sobre la fascia, un tejido conectivo que envuelve y conecta todos los músculos, órganos y estructuras del cuerpo. Esta red, aunque muchas veces olvidada, es esencial para el equilibrio y el correcto funcionamiento del organismo.
En Kiné Fisioterapia, ofrecemos tratamientos de inducción miofascial en Vinarós para liberar tensiones profundas, mejorar la movilidad y tratar dolores crónicos o persistentes que no han respondido a otros abordajes convencionales.
¿Qué es exactamente la fascia?
La fascia es un tejido que recubre músculos, tendones, nervios, órganos y estructuras internas. Cuando la fascia se ve afectada por estrés, lesiones, malas posturas o intervenciones quirúrgicas, puede generar restricciones que provocan dolor, rigidez y pérdida de funcionalidad.
¿Qué tratamos con la inducción miofascial?
- Dolor crónico en cuello, espalda, caderas
- Fibromialgia
- Secuelas de cirugías o cesáreas
- Cefaleas tensionales
- Síndrome miofascial
- Tendinitis o sobrecargas
- Limitaciones de movimiento
¿Cómo funciona la técnica?
La inducción miofascial consiste en aplicar presiones sostenidas, suaves pero profundas, en zonas de tensión para liberar las restricciones que se encuentran en la fascia. Es una técnica no invasiva, sin dolor, pero muy potente en sus efectos.
Durante la sesión, el terapeuta mantiene un contacto manual constante, permitiendo que el cuerpo responda progresivamente a la liberación. Esta interacción favorece la hidratación del tejido fascial, mejora la circulación y activa los procesos de autorregulación del organismo.
Beneficios de la inducción miofascial:
- Reducción del dolor crónico
- Mejora de la postura y movilidad
- Recuperación del equilibrio corporal
- Disminución de adherencias y cicatrices internas
- Sensación general de ligereza y bienestar
En Kiné Fisioterapia, combinamos esta técnica con otras terapias como la fisioterapia funcional, la kinesiología o la terapia visceral para lograr un abordaje verdaderamente global. No tratamos solo una zona aislada, sino que valoramos cómo todo el cuerpo se relaciona y compensan sus desequilibrios.
¿Qué puedes esperar de una sesión?
Comenzamos con una valoración global, explorando posibles zonas de tensión o restricción. El tratamiento es muy personalizado, adaptado al nivel de sensibilidad y evolución de cada paciente.
Muchas personas notan mejoras inmediatas en su movilidad, disminución del dolor o una mayor sensación de relajación.
Si sufres de dolores persistentes, sensación de rigidez o molestias que no se resuelven con tratamientos convencionales, la inducción miofascial puede ser la solución que estás buscando.